La central nuclear antes del terremoto en marzo de 2011. (Foto: KEI/Wikimedia)

La central nuclear antes del terremoto en marzo de 2011. (Foto: KEI/Wikimedia)

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El agua radiactiva acumulada en la destruída planta de energía nuclear Fukushima en Japón sigue siendo el mayor problema que obstaculiza el proceso de limpieza, tres años después del desastre.

La planta Fukushima Dai-ichi se ha estabilizado sustancialmente desde el 11 de marzo de 2011, cuando un terremoto y posterior tsunami destruyó su sistema de energía y congelamiento, disparando su colapso.

Cantidades masivas de agua son utilizadas para enfriar el derretido corazón de los tres reactores nucleares, pero algo del agua se ha sumido al suelo hacia el océano Pacífico y filtrado desde los tanques de almacenamiento en repetidas ocasiones.

El jefe de planta, Akira Ono, dijo que mejorar el sistema de manejo del agua es ahora crucial no sólo para la limpieza de la planta sino también para la descontaminación del área para que cientos de evacuados puedan volver a sus casas.

Los expertos dicen que la filtración de agua está diseminando radiación a través de la planta y dentro del océano, obstaculizando el proceso de limpieza.

Fuente: Voz de América.