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Tras la denuncia de que usó dinero público para su campaña electoral en 2010, el alcalde de Trujillo, César Acuña, aseguró que las donaciones de víveres a sus electores las hizo con fondos de su partido.
“Es malo, pero aquí vale todo. Vamos a llegar a 10.000 familias una vez el mes a darle un paquete de víveres mensual. Tendríamos 10.000 familias durante seis meses, ahí tengo 50.000 mil votos”, dijo el alcalde en una reunión de su partido realizada en marzo de 2010, ocho meses antes de las últimas elecciones municipales.
Ante la acusación de que quiso comprar votos, un nervioso Acuña descartó que ese haya sido su objetivo. “Como partido identificamos 100 sectores, las atendemos con recursos propios de César Acuña (…). Yo sé cuánto necesita la gente humilde”, añadió en el programa Sin medias tintas.
El alcalde trujillano justificó la entrega de víveres a los votantes. “No veo mal ayudar a la gente humilde que necesita, para afuera está mal, pueden verlo mal, pero yo no lo veo así”, acotó.
