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De una tubería fue rescatado un bebe recién nacido que había sido arrojado por su madre a un inodoro, en una casa de la ciudad china de Zhejiang. La salud del niño es estable, informó la CNN.

El sábado, los residentes de un edificio de Pujiang alertaron que oían el llanto de un niño que provenía del retrete. Al llegar, los bomberos divisaron el pie del pequeño, atrapado con la cabeza hacia abajo.

Como no podían sacarlo desde el inodoro, los rescatistas tuvieron que cortar las cañerías desde el piso de abajo. Aún dentro de un pedazo de tubo, lo llevaron a un hospital. Dos horas después, los médicos lograron abrir el tubo con un serrucho y extrajeron al bebé.

El niño tenía restos de placenta, lo que indica que acababa de nacer. Hoy informaron que su salud es estable. Su peso es de 2,3 kilogramos y permanece en una incubadora.

En tanto, la policía logró encontrar hoy a la madre, que “llora y lamenta mucho” haber abandonado al bebe.