(Foto: Yonhap News)

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A pesar de la tensión entre ambos países, cientos de surcoreanos que trabajan en la ciudad norcoreana de Kaesong rechazaron dejar sus centros de trabajo en territorio norcoreano, por lo que Seúl teme la posibilidad de que se conviertan en rehenes.

El miércoles, Pyongyang prohibió el acceso al parque industrial Kaesong, donde funcionan 123 empresas surcoreanas de ropa y otros productos, en las que trabajan 50.000 norcoreanos. El Gobierno norcoreano permitió a los trabajadores de su país vecino dejar la ciudad.

Sin embargo, la mayoría prefirió quedarse en suelo norcoreano para mantener sus fábricas en funcionamiento. De más de 800 surcoreanos, apenas 200 volvieron a su país.

En tanto, Corea del Norte volvió a advertir que podría cerrar la zona en represalia por lo que ve como ejercicios militares “hostiles” de Estados Unidos y Corea del Sur, que se han incrementado en respuesta a las amenazas de guerra de Pyongyang.