(Foto: Andina)

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El arzobispo de Lima y primado del Perú, cardenal Juan Luis Cipriani, instó en su homilía por Fiestas Patrias una irrestricta protección a la vida humana desde la concepción y a la familia como célula fundamental de la sociedad.

Cipriani reflexionó en su homilía sobre la función de la Iglesia Católica en el Estado.

“La comunidad política y la Iglesia son entre sí, independiente y autónoma en su propio campo. Sin embargo, ambas están al servicio de la vocación personal y social de los mismos hombres, es decir, en la búsqueda del bien común”, consideró.

Sostuvo que si bien el criterio democrático de la mayoría puede ser suficiente en gran parte de la regulación jurídica, en cuestiones fundamentales de derecho natural, en las cuales está en juego el presente y futuro de la humanidad, son indispensables otras consideraciones de carácter ético.

“Es obligación de un espíritu democrático responsable, buscar los criterios para su orientación, más allá de simples mayorías. Me refiero, por ejemplo, a las normas sobre la protección y respeto irrestricto a la dignidad de toda vida humana desde su concepción hasta su término general, reconocidas en la Constitución, a las normas que rigen la institución del matrimonio entre varón y mujer, a la promoción y defensa de la familia con cédula fundamental de la sociedad”, precisó.

El arzobispo de Lima sostuvo que quienes hablan en contra la familia no saben lo que hacen porque no saben lo que deshacen.

“Hoy no es del modo evidente lo que es justo respecto a cuestiones antropológicas fundamentales y que por tanto pueden convertirse en derecho vigente. La llamada ideología de género ha invadido el campo cultural, queriendo imponer su particular concepción antropológica sin aceptar un sano diálogo sobre una materia sumamente importante para la organización de las sociedades en sus raíces”, prosiguió Cipriani.

El primado del Perú sostuvo que el derecho a la libertad religiosa incluye el derecho a la expresión pública de la fe, y rechazó que la religión sea un obstáculo que los legisladores deban saltarse para hacer bien su trabajo.

“Paradójicamente, hay otras personas que a título de suprimir la discriminación pretenden obligar a los cristianos que desempeñen o no una función pública a que actúen en contra de sus consciencias. Esto es imposible porque se iría contra la dignidad de la persona”, indicó.

Cipriani exhortó a todos los peruanos a trabajar con espíritu de auténtica concordia, en un marco de diálogo abierto y de confianza mutua, en el empeño de servir y promover el bien común y la dignidad de todas las personas.

En ese sentido, expresó a las autoridades de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial presentes el compromiso de la Iglesia Católica para promover un espíritu de colaboración y entendimiento al servicio del crecimiento espiritual y moral del país.

“Me complace asegurar a ustedes, presidente de los tres poderes del Estado, que personifican el Estado de derecho, y a todo el pueblo peruano, que la Iglesia desea mantener y promover un especial espíritu de colaboración y entendimiento al servicio del crecimiento espiritual y moral del país“, detalló.

En otro momento, Cipriani Thorne se unió al pedido del papa Francisco a que se detenga el atropello a los aspectos más fundamentales de la población en Gaza.

“Me uno a la petición del papa Francisco para que se callen las armas y se imponga el diálogo en el Este, el Medio Oriente”, precisó.