Ebert Chalco Mantilla ingirió veneno por error, causando daños a su esófago. (Foto: Andina)

Ebert Chalco Mantilla ingirió veneno por error, causando daños a su esófago. (Foto: Andina)

Síguenos en Facebook



Durante cinco horas de trabajo especializado, cirujanos del Hospital Guillermo Almenara Irigoyen de EsSalud lograron reconstruir un nuevo esófago con parte del propio colon de un empleado que desde hace un año solo se alimentaba con una sonda conectada del abdomen al intestino delgado.

Ebert Chalco Mantilla (55), trabajador del sector Educación, fue sometido a una intervención quirúrgica de alta complejidad consistente en una transposición colónica retroesternal, es decir, la extracción de 60 centímetros del colon derecho para colocarlo delante del esófago dañado y detrás del esternón, para luego practicarle una anastomosis y lograr juntar el “nuevo esófago” en el estómago.

Gracias a la cirugía, que ocurrió el 13 de febrero pasado, el nativo de Apurímac puede ahora ingerir y saborear sus alimentos, tras haber estado impedido de hacerlo por varios meses.

El doctor Luis Campana Olazabal, jefe del servicio de esófago y estómago de la institución, indicó a Andina que este tipo de cirugía tiene a nivel mundial un 30% de complicaciones. “Chalco tenía una fístula a nivel de la laringe, que es la zona más laboriosa, pero felizmente se cerró rápidamente”.

“Doy gracias a Dios y a los médicos del Almenara que me salvaron la vida. Lo que sucedió fue que, estando en la chacra de mi madre en el Cusco y, pensando que se trataba de agua mineral, bebí por error un líquido venenoso, hecho que hasta me hizo perder el habla”, expresó Chalco Mantilla.

Debido a este lamentable accidente, ocurrido en marzo del 2013, los médicos tuvieron que practicarle la técnica de Yeyunostomía, es decir, conectar una sonda del abdomen al intestino delgado, debido a que el esófago quedó deteriorado y cerrado. Chalco bajó de 70 a 50 kilos.

Según el jefe del servicio de esófago y estómago del hospital Almenara, cada año se presentan un promedio de dos casos con este tipo de diagnóstico. Recientemente, en enero de 2014, se operó a Julián Colchado Córdova (43), quien desde hace 22 años no podía alimentarse por la boca tras ingerir ácido muriático, pero gracias a esta cirugía compleja hoy lleva una nueva vida.

El equipo de cirujanos estuvo conformado por Luis Campana Olazabal, jefe del servicio de esófago y estómago; Idelso Vásquez Llanos, médico asistente de cirugía general; Víctor Álvarez Masgo, médico del servicio de cirugía cardiaca y vascular periférica; Javier Cruz Colca, médico asistente del servicio de cabeza y cuello, entre otros.