Arenas fue presentado como el asesino de su madre sin siquiera inmutarse. (Foto: Andina/Video: América TV)

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Marco Arenas Castillo confesó que estranguló a su madre, la empresaria María Castillo, hasta matarla, pero el caso está lejos de resolverse. La policía señaló el lunes que la cámara de seguridad colocada en la puerta de la casa de la víctima fue manipulada, pues no registró imágenes entre las 11 am y la 1 pm del 5 de noviembre, día del crimen.

En ese lapso, Arenas, de 22 años, mató a su madre en su habitación de la vivienda ubicada en la calle Punta Pejerrey, en la urbanización Sol de La Molina. Luego sacó el cuerpo envuelto en bolsas de plástico y lo condujo al estacionamiento del club La Rinconada.

Al promediar las 2:30 pm, el homicida trasladó en automóvil el cuerpo –en compañía de Fernanda Lora, su novia– hasta el kilómetro 10,5 de la carretera de Manchay, donde le prendió fuego. Unos agricultores encontraron una hora después el cadáver, carbonizado al 85%, informó el diario El Comercio.

Debido a esto es que la policía se pregunta si hubo más implicados en el asesinato de la empresaria de 54 años. Los agentes revelaron que los presuntos cómplices limpiaron la habitación de la víctima para ocultar pruebas. “Aún investigamos si hubo más implicados. No podemos revelar más detalles”, indicó el jefe de la División de Homicidios, Richard Cano.

Arenas Castillo estudió en el colegio Newton y luego de su paso por la Universidad de Lima fue expulsado en 2012 de la Universidad San Ignacio de Loyola. El día del crimen, él discutió con su madre luego de que esta le reclamara por sus constantes robos de joyas y dinero.

El asesino confeso buscó luego a su novia, de 18 años, y la llevó a su casa, adonde regresó para hablar con su madre. Lora los escuchó gritar e ingresó a la habitación justo cuando Arenas estrangulaba a su madre. Ella ayudó a envolver el cadáver y trasladarlo al vehículo Toyota. Luego llevaron el cuerpo a Manchay para tirarlo en la carretera.

Fernanda Lora delató a su novio el domingo: ella fue a la sede de la Dirincri y contó lo sucedido de los agentes. Al verse acorralado, Arenas reveló a su padre, Walter Arenas Navarro, que cometió el crimen y este lo llevó ante las autoridades. La pareja fue presentada el lunes ante la prensa.

Lora y Arenas permanecieron en la sede de la Dirincri, en el Cercado de Lima, durante la noche y hoy serán trasladados a la carceleta del Ministerio Público.