(Foto: Laprensa.com.bo)

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El gobierno de Estados Unidos, a través de la portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki, deslindó cualquier responsabilidad en el impasse aéreo protagonizado por el presidente de Bolivia, Evo Morales, cuyo avión oficial fue impedido de sobrevolar los territorios de Francia y Portugal.

A raíz de esta prohibición, la aeronave tuvo que aterrizar de emergencia en Viena, Austria, ciudad en la que permaneció por más de 12 horas antes de retornar a La Paz, previa escala en Brasil.

“Las decisiones (de restringir el viaje de Morales) fueron tomadas por países individuales, y deberían preguntar a ellos por qué toman esas decisiones”, dijo en rueda de prensa.

Psaki no aclaró si Estados Unidos se había comunicado con esos países para evitar la llegada del exagente de la CIA Edward Snowden, requisitoriado en ese país por haber filtrado información confidencial sobre el programa de espionaje electrónico que realiza.

“Nuestra posición es clara, este hombre (Snowden) ha sido acusado de filtrar información clasificada y de tres cargos criminales, por lo que debe regresar a Estados Unidos. En los últimos diez días hemos estado en contacto con un amplio número de países con posibilidad de que Snowden aterrice o transite a través de alguno de ellos”, aseveró la funcionaria.

El Congreso de Bolivia acusó a Estados Unidos de ordenar a Europa paralizar el vuelo de Morales y calificó este acto como una “agresión”. Francia, Portugal y España, implicados en el bloqueo, negaron este accionar.

Organismos como la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) y la Organización de Estados Americanos (OEA) rechazaron la actitud de estos países europeos.