El objetivo del plan de chatarreo es reemplazar a las combis. (Foto: USI)

El objetivo del plan de chatarreo es reemplazar a las combis. (Foto: USI)

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Cerca de 4.000 vehículos de transporte público estima retirar de las pistas y chatarrear la Municipalidad de Lima hasta fin de año. A las unidades con más de 20 años de antigüedad se sumarán otras 6.700 en los próximos años, tras la implementación de los nuevos corredores viales.

El presidente de Protransporte‎, Gustavo Guerra García, indicó que con el programa de chatarreo de la comuna metropolitana, iniciado en 2012, se han retirado hasta el momento 1.890 vehículos y se tiene previsto añadir otros 2.000 hacia diciembre.

Guerra García refirió que esta cantidad de vehículos que dejaron de circular por la capital, entre buses, coasters y combis, representa alrededor del 8% del total de la flota que actualmente presta servicio en Lima Metropolitana, donde hay más de 30.000 vehículos. Se estima que con la reforma de transporte se reducirá la cifra a la mitad.

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El incentivo económico que entrega la comuna a los propietarios de las unidades chatarreadas es de hasta US$5.000 en caso de camionetas rurales, de 10 a 16 asientos; hasta US$7.500 si se trata de microbuses de 17 a 33 asientos; y hasta us$10.000 si son ómnibus de 34 asientos a más.

“El objetivo del programa de chatarreo es reducir gradualmente el excedente de vehículos en Lima Metropolitana para promover la sustitución de unidades de menor capacidad por otras de mayor capacidad, y contribuir con la reducción del nivel de emisiones contaminantes provenientes de los vehículos antiguos de transporte público”, explicó Guerra García a Andina.

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El titular de Protransporte añadió que los consorcios que ganaron la licitación de los corredores complementarios se comprometieron a chatarrear 6.700 vehículos antiguos en los próximos cinco años. El programa comenzó con recursos públicos, pero ahora cuenta con el compromiso de las empresas privadas.

La demanda de usuarios en los cinco corredores complementarios y sus rutas alimentadoras permitirá que los consorcios que ganaron la licitación financien la compra de los buses, además del costo del chatarreo de los vehículos viejos.