(Foto: Cortesía Flickr)

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El papa Francisco ofició este martes la primera misa de Gallo de su pontificado en la Basílica de San Pedro del Vaticano.

Durante la homilía, el pontífice argentino resaltó la importante que tiene para el mundo cristiano recordar el nacimiento de Jesús, de quien dijo “es la luz que disipa las tinieblas”.

“Somos un pueblo en camino, y a nuestro alrededor – y también dentro de nosotros – hay tinieblas y luces, pero en la noche de hoy, cuando el espíritu de las tinieblas cubre el mundo, se renueva el acontecimiento que siempre nos asombra y sorprende: el pueblo en camino ve una gran luz”, expresó el papa.

Agregó que en este camino “se alternan momentos de luz y tiniebla, de fidelidad y de infidelidad, de obediencia y de rebelión, momentos de pueblo peregrino y de pueblo errante”.

Francisco recordó que los pastores “fueron los primeros que recibieron el anuncio del nacimiento de Jesús”.

“Fueron los primeros porque eran de los últimos, los marginados. Dios nos ama, nos ama tanto que nos ha dado a su hijo como nuestro hermano, como luz para nuestras tinieblas”, añadió.

En la parte final de su homilía, pidió a los católicos que “no teman”, pues “nuestro Padre tiene paciencia con nosotros, nos ama, nos da a Jesús como guía en el camino a la tierra prometida”.

“Él es la luz que disipa las tinieblas. Él (Jesús) es nuestra paz”, concluyó.