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¿Y la imagen del Congreso? Una lamentable discusión se presenció nuevamente en el Parlamento de la República. En este caso, el cruce de palabras involucró al más trajinado de los cuatro congresistas apristas, Mauricio Mulder Bedoya, y a una de las nuevas apariciones de la política peruana, la nacionalista Julia Teves Quispe.
Mientras algunos cronistas parlamentarios reportaban desde el hemiciclo que la sesión del Pleno no solo se había retrasado sino que además se había convertido en un aparente ‘diálogo de sordos’, sorprendió a la audiencia las palabras del legislador oficialista Juan Pari.
“Nuestro presidente defiende mucho a su familia y es un hombre que ha demostrado que sí sabe gobernar en los cánones del Estado de Derecho”, refirió elogiando a su líder.
De inmediato, Teves giró el tema y lo llevó hacia el ámbito del manejo personal. “Nuestro presidente Ollanta tiene una relación familiar armoniosa. El señor candidato eterno de los apristas debería aprender de la fidelidad conyugal que se tiene hacia una esposa. ¿Cuántas relaciones sentimentales pueden tener algunos expresidentes? No hay que ser inestables sentimentalmente, para poder hacer grande al país”, arremetió.
Ante esto, casi eyectado de su asiento salió el experimentado Mauricio Mulder a responderle a Teves: “Es deplorable que saquen a una jauría de gente a entrar en temas personales. ¡Que tiren la primera piedra quienes son los impolutos en temas de carácter familiar!”, reaccionó.
Al parecer ofendida, la nacionalista Teves no solo exigió que Mauricio Mulder retire el término ‘jauría’ (conjunto de perros) sino además señaló que su contrincante político “podría sentirse identificado con lo dicho”.
“Si él se considera perro que lo tome como aceptado, pero yo le pido que retire esa palabra. Acá no hay jauría, acá somos congresistas”, dijo Teves.
Mulder se negó a retirar el término y se suspendió la sesión congresal. Quince minutos después, Teves retiró sus palabras y – al parecer – todo volvió a la normalidad. El cronista parlamentario de Canal N cerró su despacho criticando que “en casi tres horas se hablaron de todos los temas menos de los proyectos de ley pendientes”.
