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Rafael Roncagliolo Orbegoso, renunciante ministro de Relaciones Exteriores, reveló sentir pena por dejar el cargo a poco tiempo de conocerse el fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya sobre el diferendo marítimo entre Perú y Chile.

“Me da mucha pena tener que dejar la Cancillería a pocas semanas del fallo de La Haya. El estado de mi salud requería ausentarme del país para someterme a evaluaciones médicas por una obstrucción arterial severa en las extremidades, a la que se ha sumado una arritmia cardiaca”, manifestó.

Durante un emotivo discurso en la sede de Torre Tagle, Roncagliolo Orbegoso dejó en claro que su salida no se debe a ninguna razón política.

“Este viaje fue postergándose por coyunturas políticas impredecibles, indeseables y desagradables. Se postergó de abril a mayo y luego a esta fecha en la que ya no podía volver a posponerlo. Parto en las próximas horas a Sao Paulo para someterme a las evaluaciones exigidas. Es posible que mi ausencia pueda durar más de dos semanas”, agregó.

Según dijo, no sería responsable dejar sin mando al Ministerio de Relaciones Exteriores por un lapso no determinado. “Estoy seguro de que ustedes concordarán conmigo en que hubiera sido una grave irresponsabilidad dejar en estos momentos a la Cancillería sin ministro por un periodo indefinido. Esto es todo lo que debo de decir sobre mi renuncia”, sostuvo.