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Con un empate técnico en las encuestas, la campaña por la revocatoria en Lima se encuentra en su tramo decisivo. En esta etapa ha cobrado mayor importancia el contacto directo con los habitantes de la capital y el diálogo con los comités populares, que podrían definir el resultado final de la consulta popular del 17 de marzo.

Anel Townsend, principal vocera del No, dijo al diario Gestión que se circunscribe al contacto con organizaciones de base como clubes de madres, organizaciones juveniles, de mercados y canillitas, pues destaca que de ese modo puede difundir mejor el mensaje de su campaña.

“A través de estas organizaciones se impulsan los recorridos por los asentamientos humanos de Lima, para repartir los volantes”, indicó. Añadió que los paneles del No completan el sentido cívico de la campaña. Al respecto, el publicista Jorge Salmón enfatizó que el uso de artistas en estos carteles no garantiza el triunfo, pues “ellos no van a decir cómo se resolverá el problema del transporte”.

En tanto, el analista político Fernando Rospigliosi consideró un acierto del No llegar a estos grupos sociales, pues es un método efectivo para contrarrestar la campaña sobre la “pituca Susana Villarán”.

Del lado del Sí, Marco Tulio Gutiérrez aseveró que apuestan por la publicidad boca a boca y se reúnen con comités populares. Además, su campaña busca más adhesiones con estrategias como el ‘revocabingo’ y el ‘revocamóvil’. Sobre este punto, Salmón dijo que los revocadores están olvidando una estrategia sólida dirigida a los sectores A y B.