Miles de familias sirias viven en condiciones precarias en los países vecinos. (Foto: ACNUR)

Miles de familias sirias viven en condiciones precarias en los países vecinos. (Foto: ACNUR)

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Más de tres millones de personas huyeron de Siria desde que comenzó el conflicto en 2011, señaló la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) basándose en cifras oficiales.

Además de este elevado número, otros 6,5 millones de personas se vieron obligadas a abandonar sus hogares y desplazarse dentro el país para escapar la guerra civil y las atrocidades del recientemente instaurado Estado Islámico.

La cifra, un gran porcentaje en un país de 22 millones de habitantes, es aún más preocupante si se toma en cuenta más de la mitad de las personas desarraigadas son niños y niñas.

“Prácticamente la mitad de los ciudadanos sirios ya se han visto obligados a abandonar sus hogares y a huir para salvar sus vidas,” indicó la agencia en una nota de prensa.

El elevado número de refugiados pone en prueba la infraestructura de los países que los acogen. La gran mayoría de los refugiados permanece en los países vecinos a Siria, con las mayores concentraciones en el Líbano (1,14 millones), Jordania (608.000) y Turquía (815.000).

Aparte del número registrado oficialmente, se estima que otros cientos de miles de sirios han buscado apoyo en otros países sin respuesta o no están registrados en el sistema.

La precaria situación significa que gran porcentaje (38%) de los refugiados viven en situaciones debajo de los requisitos mínimos para la existencia. Estas circunstancias se ven empeoradas por el hecho de que la gran demanda conllevó a un aumento de los precios de los alimentos.

“La crisis en Siria se ha convertido en la mayor emergencia humanitaria de nuestra era, y sin embargo, el mundo no llega a atender las necesidades de los refugiados y de los países los están acogiendo” declaró el alto comisionado de la ONU para los Refugiados, António Guterres.

La agencia destaca la generosa ayuda proporcionada durante esta crisis, pero destaca que esta no es suficiente para ayudar a los refugiados en lo que consideran la mayor operación de ACNUR a lo largo de sus 64 años de historia.