Saab 39 Gripen de la Fuerza Aérea Sueca. (Foto: Wikimedia)

Saab 39 Gripen de la Fuerza Aérea Sueca. (Foto: Wikimedia)

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¿Deberían Suecia y Finlandia unirse a la OTAN? La crisis de Crimea ha hecho resurgir de nuevo este tema, ya que su ingreso protegería a los países del norte de Europa de un eventual ataque ruso. El debate viene precedido por una declaración pública del vicepresidente sueco Jan Björklund, a principios de marzo, en la que pedía una reorientación de la política de defensa sueca a través, precisamente, de su entrada en la OTAN .

Hace tiempo que Suecia y Finlandia colaboran con la OTAN en sus programas de paz, pero, hasta ahora, conservando siempre su neutralidad. “El mero hecho de que exista un debate sobre tal adscripción es una clara señal de que el comportamiento de Putin se está volviendo en su contra”, dice Charles Kupchan, profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad de Georgetown , en Washington, capital de Estados Unidos. “Putin ha metido miedo a los países que lo rodean con su anexión de la península de Crimea”, recalca Kupchan en conversación con DW.

Maniobras controvertidas

El debate sobre la estrategia de defensa no tuvo que esperar a la anexión de Crimea para estallar de nuevo en Suecia: ya antes, a principios de marzo, Rusia llevó a cabo un ejercicio militar cerca de la pequeña isla báltica sueca de Gotland. Oslo mantuvo dos aviones de combate apostados en la isla. Incluso el año pasado saltaron las alarmas cuando dos aviones rusos entraron en el espacio aéreo sueco. La vigilancia aérea de la OTAN en el Báltico avisó del aparente ataque, pero Suecia no respondió.

Después de la experiencia reciente de Rusia en Crimea, algunos los expertos en seguridad suecos alertaron de que Putin podría tratar de tomar Gotland . Pero, de acuerdo con Dick Zandee, analista en el Instituto Holandés Clingendael de Relaciones Internacionales, esta posibilidad ha sido “inflada” por la prensa sueca. El argumento de que sería más fácil de invadir Gotland que los estados bálticos de Estonia, Letonia y Lituania, es infundada: “Rusia linda con estos tres estados: lo más sencillo sería atacarlos por tierra”, dice en una entrevista con DW, aunque añade inmediatamente que él no esperaría tal maniobra. “Rusia no reaccionaría contra una hipotética integración de Suecia y Finlandia en la OTAN”, dije Zandee.

Rusia siempre se ha opuesto a la expansión de la OTAN, según Charles Kupchan, pero Finlandia y Suecia nunca pertenecieron a la Unión Soviética, por lo que su adhesión no sería “una provocación tan grande como la de los Estados bálticos o como las tentativas de Ucrania o Georgia para convertirse en miembros”.

¿Represalias económicas?

Los expertos creen que tanto Suecia como Finlandia tendrían poco que temer ante posibles sanciones económicas por parte de Moscú: “Las posibilidades de Rusia para ejercer una presión suficientemente fuerte sobre la economía sueca son muy limitadas; si bien gran parte del suministro de gas del país procede de Rusia, este supone solo una pequeña parte de su consumo de energía” , dice Erik Berg Bratt, experto en seguridad internacional del Consejo del Atlántico , con sede en Washington, en una entrevista con Deutsche Welle. Finlandia sí sería algo más dependiente, pero aunque Rusia cortara el suministro de gas, también allí los efectos se mantendrían dentro de unos límites, afirma.

Además de la OTAN, Suecia y Finlandia tienen otras maneras de protegerse a sí mismos. El politólogo Christopher Chivvis, de la Universidad Johns Hopkins, en Baltimore, ve al menos dos opciones adicionales. En primer lugar, los países pueden construir una relación más fuerte con la OTAN sin necesidad de unirse a ella. Suecia, habiendo participado en varias ocasiones en operaciones de la OTAN, ya lo está haciendo. Y Finlandia podría seguir ese ejemplo.

Otra opción sería la de fortalecer las alianzas regionales con Dinamarca, Islandia y Noruega en la Cooperación para la Defensa nórdica. “Así, ambos países evitarían enojar a Rusia por ingresar en la OTAN”, dice Chivvis. Incluso, aunque la OTAN no tuviera la obligación de ayudar a un Estado no miembro de la defensa común, tampoco iba a mirar hacia otro lado si Suecia, siempre un socio cercano, fuera atacada. “Creo que en el peor de los casos, si hubiera un ataque ruso, habría un serio debate dentro de la OTAN sobre cómo ayudar a Suecia”.

(Fuente: Deutsche Welle )