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Cinco muertos se registraron hoy en el enfrentamientos entre tropas ucranianas y milicianos prorrusos en la ciudad de Slaviansk, al este de Ucrania. Dos columnas de carros blindados con soldados de Kiev ingresaron a la localidad.
La ofensiva del Gobierno de Ucrania destruyó tres de los puestos de control levantados por los combatientes que apoyan a Moscú. Los guerrilleros retrocedieron hacia el interior de la ciudad, donde ocupan desde hace 11 días varios edificios oficiales.
El autoproclamado alcalde de Slaviansk, Viacheslav Ponomariov, advirtió que sus hombres esperan “un asalto esta noche” a los edificios que ocupan, entre ellos la comisaría y la sede del Servicio de Seguridad de Ucrania. Sin embargo, la operación podría suspenderse ante el elevado riesgo de una invasión rusa.
En respuesta, el ministro de Defensa del Kremlin, Serguéi Shoigu, anunció el inicio de maniobras militares en la frontera con Ucrania. El presidente interino de Ucrania, Alexandr Turchínov, replicó a Moscú que repliegue sus tropas.
“Exigimos a la Federación de Rusia que cese las intromisiones en los asuntos internos de Ucrania, las continuas amenazas y el chantaje y que repliegue sus tropas de la frontera oriental de nuestro país”, manifestó el mandatario.
Los milicianos han tomado la región minera de Donetsk, ubicada en el sureste de Ucrania, una zona donde predominan los habitantes que hablan ruso. A esta región pertenece Slavianks, una ciudad de más de 116.000 pobladores. Las autoridades de Kiev alertaron que diputado de la asamblea municipal de Górlovka Vladímir Ribak fue asesinado por los rebeldes.
Por su parte, la Asamblea Regional de Donetsk exigió al Gobierno de Ucrania que retire a sus tropas y pidieron la celebración de un referéndum para decidir la anexión a Moscú. “Si las actuales autoridades tienen interés en conservar Ucrania, deben trasladar el enfrentamiento al ámbito político”, señalaron.
