(Foto: Benson Cua / Flickr)

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En una medida inusual, el Vaticano aprobó los bombardeos contra las posiciones yihadistas en el norte de Irak, con el objetivo de proteger a las minorías, sobre todo cristianas, ante la imprevisible situación en Oriente.

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De esta forma, el Vaticano cambió su tradicional posición pacifista. Como se recuerda, en 2003 condenó la invasión de Estados Unidos a Irak y rechazo la amenaza de una intervención militar en 2013. Sin embargo, ante el peligro del grupo armado Estado Islámico , la Santa Sede ha dado su visto bueno.

“Había que intervenir ahora, antes que de sea demasiado tarde”, declaró monseñor Silvano Tomasi, observador permanente del Vaticano ante las Naciones Unidas, quien consideró que en este caso “la acción militar es necesaria”.

En tal sentido, el obispo kurdo Rabban al Qas había pedido abiertamente la intervención de Estados Unidos desde una emisora del Vaticano, a fin de evitar que el “lobo penetre el rebaño, lo mate, se lo coma y lo destruya”.

Al Qas también señaló que es necesario saber cuáles son los países que apoyan tácitamente a este grupo extremista.

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FRANCISCO: NO SE PUEDE HACER LA GUERRA EN NOMBRE DE DIOS

Consternado por las noticias sobre la violencia en Irak, el papa Francisco había pedido el domingo una solución “política eficaz a nivel internacional y local”.

“No se puede hacer la guerra en nombre de Dios”, clamó el papa, en una alusión a los yihadistas del grupo Estado Islámico.

El sumo pontífice envió a Irak al cardenal Fernando Filoni, prefecto de la Congregación de la Evangelización de los Pueblos, como su representante personal, y está encargado de llevar ayuda urgente a las poblaciones afectadas, unas 200.000 personas, la mayoría cristianos expulsados de sus casas.

Durante la segunda guerra del Goldo, Filoni fue el único diplomático que se quedó en Bagdad. Ahora regresará a la capital iraquí y Kurdistán en medio de la situación violenta. El temor de los obispos en la región es la aniquilación completa de los cristianos, mientras que los analistas vaticanistas, la realidad es apocalíptica, mucho muy diferente a la de 2003 o 2013.