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Julio César Santana, de 19 años, y el menor de 16 años de iniciales JL confesaron a la policía cómo ultrajaron y luego mataron con una piedra a Fiorella Gonzales Vilca, la joven estudiante a la que atacaron en Carabayllo y cuyo cadáver luego arrojaron a las aguas del río Chillón.

“Sucedió así de la nada. Yo la maté con una piedra, la golpeé una sola vez. Ella no se defendió, estaba asustada. La violé una vez en la mototaxi y él (JL), en la orilla del río (…) Él cuidaba la moto cuando yo la maté”, relató Santana, para quien los padres de la joven asesinada piden cadena perpetua, durante los interrogatorios.

Fiorella abordó una mototaxi que conducía el menor JL y fue atacada con una tijera por Santana, quien se había escondido en el asiento posterior del vehículo. Ellos le arrebataron su celular, S/.30 soles y algunos cosméticos. Luego la llevaron a la orilla del río y “se les pasó la mano” porque temían ser delatados.

“Él (Julio César Santana) me metía ideas de matarla, estaba muy asustado. Él creía que ella iba a hablar si la dejábamos ir, que iba a reconocer la moto. Me dijo que mejor había que matarla”, señaló JL tras admitir que tenían planeado huir a la selva.