José Holebas de Grecia marca a José Camilo Zúñiga de Colombia. (Foto: Quinn Rooney/Getty Images for Sony)

José Holebas de Grecia marca a José Camilo Zúñiga de Colombia. (Foto: Quinn Rooney/Getty Images for Sony)

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Alemania es el segundo país que más jugadores propios aporta a selecciones foráneas en el Mundial de Brasil. Francia, con 24 futbolistas suyos en equipos diferentes, lidera la clasificación como nación exportadora, mientras el anfitrión del evento se coloca en la tercera casilla con cinco de sus talentos defendiendo colores patrios ajenos a los de su nacimiento.

La “alemanización” de Estados Unidos

La selección con más jugadores alemanes empacados en su uniforme es Estados Unidos. En total son cinco los futbolistas “repatriados”, cuatro de ellos nacieron en Alemania (John Anthony Brooks, de Berlín; Fabian Johnson, de Múnich; Jermaine Jones y Timothy Chandler, de Fráncfort), mientras el otro ha vivido desde que tenía dos años en la provincia bávara, no lejos de Múnich (Julian Green, de Tampa, Florida).

Que los estadounidenses apuesten con tanta fuerza a la presencia de jugadores alemanes en sus filas se explica de una forma lógica: su entrenador, Jürgen Klinsmann, es alemán, y en el proceso de renovación del equipo a su cargo le ha facilitado mucho el trabajo poder acudir a futbolistas formados en clubes de la Bundesliga. Además, Klinsmann no solo se vale de la experiencia de sus compatriotas dentro del campo, sino también fuera de él, por eso tiene como consultor a Berti Vogts, quien ganó el último gran título internacional para Alemania: la Eurocopa de 1996.

La “alemanización” de Estados Unidos ya ha rendido frutos, pues en el Mundial de Brasil se empezó con una importante victoria (2-1) contra un rival que venía siendo su “dolor de cabeza” en los Mundiales: Ghana. Los africanos, que en Alemania 2006 y en Sudáfrica 2010 fueron la estación final de Estados Unidos, fueron derrotados en este 2014 con un gol de un jugador oriundo de la capital de Alemania (Brooks). Además, el primer gol se consiguió gracias a un brillante pase de un veterano futbolista nacido en Fráncfort (Jones).

La Alemania africana

En África hay también dos equipos fuertemente marcados por la influencia de los repatriados alemanes: Camerún y Ghana. Mientras en la primera el entrenador (también alemán) Volker Fink decidió confiar en dos compatriotas suyos (Joel Matip, de Bochum, y Maxim Choupo-Moting, de Hamburgo), en la segunda una de sus principales figuras es Kevin-Prince Boateng, quien nació, creció y se formó en Berlín.

Como algunos de sus compatriotas en la selección de Estados Unidos, entre ellos John Anthony Brook (ex miembro de la Sub20), los alemanes en equipos africanos integraron las selecciones juveniles de Alemania, pero llegado el momento no alcanzaron a dar el salto a la absoluta, lo que facilitó su decisión de sumarse a la del país de sus ancestros.

Boateng, por ejemplo, disputó la Eurocopa Sub19 del 2005 con Alemania, y había sido convocado a la selección Sub21 que participó en la Eurocopa del 2009, pero fue excluido de la plantilla por problemas disciplinarios. Después de ello el jugador aceptó la oferta de Ghana y viajó con ese país al Mundial del 2010, donde también estuvo Choupo-Moting, con Camerún, luego de haber representado a Alemania en distintos torneos Sub18, Sub19, Sub20 y Sub21, e incluso haber sido destacado en el 2007 como el mejor jugador juvenil de su país natal.

Los europeos

La selección de Grecia también tiene a dos alemanes de nacimiento en sus plantel: José Holebas (de Aschaffenburgo), y Kostas Mitroglou (de Neukirchen-Vluyn). Holebas es un fruto deportivo de la academia del 1860 Múnich, equipo de la segunda división de la Bundesliga, en tanto que el centro delantero Mitroglou recibió su formación en el equipo infantil del MSV Duigsburgo, y luego firmaría su primer contrato profesional con el Mönchengladbach, donde lo descubrió el cuerpo técnico de la selección Sub21 griega que lo sumó a su plantilla.

Bosnia cuenta en Brasil con un volante creativo que desarrolló una carrera paralela a la del capitán de la selección alemana Philipp Lahm: Zvjezdan Misimovic, quien también nació en Múnich. Para ambos su primer equipo de niños fue el FT Gern, del cual darían el salto a la academia juvenil del Bayern, club con el cual debutarían como jugadores profesionales. Pero mientras Misimovic actualmente juega en el fútbol de China, el último repatriado alemán, el arquero suplente de Irán Daniel Davari (de Gießen) abandona el Braunschweig de la Bundesliga para sumarse al Grasshopper de Suiza.

(Fuente: Deutsche Welle )