Joachim Low. (Foto: Wikimedia)

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Para conquistar la Copa del Mundo, la primera victoria de Alemania tendrá que ser contra el reloj. A la concentración en Italia apenas le quedan unos pocos días, y ya el próximo fin de semana la selección rendirá la primera prueba seria de los avances logrados allí. En el partido amistoso contra Camerún, el 1 de junio en Mönchengladbach, los alemanes deben empezar a funcionar bajo los parámetros del sistema táctico que el entrenador Joachim Löw pretende usar en Brasil.

Quedan apenas tres semanas para tener el equipo a punto, pero la respuesta a la pregunta ¿cómo jugar el Mundial? sólo se podrá entregar cuando se resuelva otra duda aún más importante a estas alturas de la preparación de la participación en el evento: ¿con quién? En la cabeza del cuerpo técnico alemán hay muchos mapas con la ruta al título, pero los caminos utilizados para llegar a la meta dependerán de aquellos que los construyan.

De pelea con el cronómetro

En casos como el de Ilkay Gündogan, Mario Gómez, Sven Bender, o su hermano gemelo Lars, el calendario le hizo un favor al seleccionador alemán, Joachim Löw, al facilitarle la toma de decisiones. Estos jugadores llevaban tanto tiempo lesionados, o su lesión era tan reciente (como en el caso de Lars Bender) que excluirlos del equipo nacional sin contemplaciones era una obviedad.

Por otros jugadores Löw ha preferido enfrentarse al reloj, retándolo a demostrarle que tres semanas no son suficientes para ponerlos en la forma ideal que exige un evento como el Mundial. Por ejemplo a Sami Khedira lo convocó a la selección pese a recién haberse recuperado de una doble rotura de ligamentos que lo mantuvo seis meses lejos de las canchas.

Producto de una emergencia (la suspensión de Xabi Alonso) el jugador alemán fue titular con el Real Madrid en la final de la Champions League. Su club ganó el codiciado título, pero él no fue de gran ayuda, pues como él mismo reconoció “estoy sano y en buena condición física, pero me falta ritmo de fútbol”. La incógnita es si Löw conseguirá darle a Khedira lo que le hace falta para tomar las riendas de un partido importante, o si arriesgará de todas formas encomendarle la tarea en Brasil aunque no esté al cien por ciento.

El mismo interrogante vale para el arquero Manuel Neuer, el capitán de la selección, Philipp Lahm, y el volante defensivo Bastian Schweinsteiger. El estado actual de los tres es más que revelador: ninguno de ellos está en condiciones de jugar un partido completo pues el cuerpo no les responde ni siquiera para entrenar normalmente. Un panorama poco alentador, pero real.

Esperar y tener fe

“Si el Mundial empezara mañana, yo no podría jugar. De momento no puedo ni correr, pero estoy seguro de que estaré a punto para el primer partido en Brasil”, confesó Philipp Lahm. El capitán de Alemania tiene un golpe en la cápsula articular del tobillo que le obliga a guardar reposo por tiempo indefinido. El diagnóstico oficial no entrega un pronóstico de recuperación, y de acuerdo a lo que explicó Lahm, se prueba cada día “cómo reacciona el tobillo al ser sometido a esfuerzo”.

En torno a Manuel Neuer se entregaron noticias positivas. El arquero ya no necesita portar permanentemente el cabestrillo que aliviaba al hombro lesionado del peso del brazo. La buena nueva es —sin embargo— puramente cosmética pues todavía no puede utilizar su brazo derecho y la orden médica es no exigirlo de ninguna forma. “Afeitarme y lavarme los dientes con la mano izquierda ha sido toda una experiencia”, bromeó Neuer en charla con la prensa, a la que declaró “estoy seguro de que voy a jugar el Mundial”.

Eso también cree Bastian Schweinsteiger, quien pese a reconocer que no sabe cuándo podrá volver a entrenar con la selección, recalca que está mejor “día a día” de sus problemas en los tendones y la rótula. Qué tan grande ha sido su verdadero progreso y cuánto ha avanzado su sanación, se sabrá a más tardar el dos de junio.

En esa fecha el seleccionador alemán Joachim Löw no solo dará a conocer la lista definitiva de los 23 jugadores que estarán en el Mundial, también revelará si le apuesta al riesgo de embarcarse a Brasil con dos frágiles volantes defensivos (Schweinsteiger y Khedira), un capitán cojo (Lahm), y un arquero con un solo brazo (Neuer).

(Fuente: Deutsche Welle )