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Los cerca de 60.000 hinchas brasileños que asistieron al partido ante Alemania en el Mineirao lloraron de dolor tras el 7-1 logrado por la escuadra europea.

Con esta derrota, el combinado anfitrión, que no contó en su alineación con Neymar, su mejor jugador, se tendrá que conformar con pelear por el tercer lugar de la competencia, ante el perdedor del duelo entre Argentina y Holanda.