(Foto: Getty Images for Sony)

(Foto: Getty Images for Sony)

Síguenos en Facebook



Después de cuatro temporadas la relación entre el Real Madrid y Sami Khedira ha llegado a su fin pues el equipo español renovó la plantilla y en ella no quedó lugar para que juegue el campeón del mundo alemán.

En el club no hay nadie que haya dicho “no lo necesitamos”, pero los hechos han demostrado que ese es el mensaje. En los dos partidos oficiales con los que el Real Madrid empezó la temporada, Sami Khedira no ha sido tenido en cuenta. Haberlo dejado fuera de la convocatoria de la final de la Supercopa de Europa y del primer enfrentamiento contra el Atlético de Madrid en la Supercopa de España, trasmitió con mucha claridad la información de que el campeón de la Champions League no tiene un cupo para el alemán en el quipo.

Víctima de la abundancia

Durante el verano, el Real Madrid reforzó el mediocampo adquiriendo los servicios de dos de los jugadores jóvenes que más destacaron en el Mundial de Brasil 2014: el colombiano James Rodríguez y el alemán Toni Kroos. Además, el club renovó el contrato del futbolista croata Luka Modric (hasta el 2018), tiene en sus filas a uno de los mejores talentos españoles del momento, Francisco Alarcón (Isco), y a un símbolo de la institución deportiva, el veterano Xabi Alonso.

Contando al propio Khedira, y al argentino Ángel Di María, que es otro candidato a abandonar el plantel, el equipo de la capital española tendría en total a siete volantes de primer nivel en su nómina. A primera vista no son tantos, e incluso si se tiene en cuenta cuán exigente es la temporada que se avecina, en la que hay tres competiciones importantes en las que se busca el título (Champions League, Primera División y Copa del Rey), se podría pensar que al jugador alemán se le va a necesitar.

Sin embargo, este no es el caso. En el Real Madrid no solo abundan los mediocampistas, también los rutilantes delanteros que el entrenador Carlo Ancelotti se ha propuesto dejar jugar juntos: el portugués Cristiano Ronaldo, el galés Gareth Bale y el francés Karim Benzema. En un esquema con tres atacantes al frente, Sami Khedira tiene muy pocas opciones de jugar; aún peor, ellas se reducen a cero cuando se confirma que los tres cupos en la zona medular están reservados para futbolistas creativos, con ideas, que no solo sepan defender, sino también generar acciones ofensivas.

Futuro incierto

El perfil de Khedira es muy distinto al del rostro que Ancelotti le quiere dar al Real Madrid de esta temporada. Por eso, aunque parezcan demasiado drásticas, las decisiones de dejarlo fuera de la convocatoria, y obligarlo a seguir los partidos de sus compañeros desde las gradas del estadio, son comprensibles. Tras rechazar la oferta hecha por el club para extender su contrato, la despedida del alemán es inevitable si su deseo es evitar un tratamiento similar durante todo un año, hasta cuando expire su vínculo laboral en el verano del 2015.

Todas las señales remiten a la puerta de salida, pero las dudas son cuándo la abrirá Khedira y hacia dónde irá. Al Real Madrid, desde la perspectiva financiera, le convendría que el futbolista se marchara antes de que cierre el actual periodo de fichajes; es decir, en los próximos 10 días, para poder recaudar dinero en la transacción. De lo contrario el próximo año Khedira se podrá ir del club como jugador libre.

Esa situación crea aún más tensiones entre las partes. Mientras el club endurece su posición, el futbolista analiza sus opciones, que en el fondo no son tantas: o se va del Real Madrid o Sami Khedira prácticamente deja de jugar al fútbol por un año. Las especulaciones en torno al nombre del campeón del mundo con Alemania no cesan, al fin y al cabo su calidad, y en especial el precio de su ficha (aproximadamente 30 millones de euros), lo convierten en una atractiva pieza para cualquier equipo.

El Bayern ha preguntado por él y le gustaría tenerlo en la plantilla junto a sus compañeros de la selección, pero en el equipo de Pep Guardiola tendría tan pocas oportunidades de jugar como en su actual club. En el Chelsea lo quiere también José Mourinho, su exentrenador en Madrid, pero las relaciones entre ingleses y españoles son complicadas y ello dificulta las negociaciones. Otros clubes como el Tottenham Hotspurs de la Premiere League, y el AC Florencia, de la Serie A de Italia, le ofrecen un contrato, pero no competencia internacional de élite en la Champions League.

A Sami Khedira le bastará decidirse por una de las ofertas que ha recibido para formalizar la salida del Real Madrid que ya existe de hecho. De lo contrario estará una temporada como huésped de honor en las tribunas del estadio Santiago Bernabeu viendo a sus colegas jugar al fútbol.

(Fuente: Deutsche Welle )