(Video: Laprensa.pe)

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Por José Miguel Silva / @jomisilvamerino

Una de las novedades que traerá la presente edición de la Feria Internacional del Libro será ¿Cómo lo digo? Convence a tu audiencia antes de la primera palabra (Editorial Planeta ,2013), una publicación escrita por el actor Gianfranco Brero y por la economista Patricia Bruce.

El libro contiene una serie de consejos, ideas y advertencias sobre lo se debe hacer y lo que se debe evitar al momento de preparar una presentación. Conversamos con Gianfranco, quien lleva 24 años dictando técnicas de expresividad a diferentes grupos de personas, entre los que destacan políticos, empresarios, publicistas y hasta vendedores de nichos de cementerio.

¿Cómo nació la idea de escribir esta publicación?
Tengo 24 años enseñando esto y hace año y medio se me ocurrió escribirlo. ¿Por qué si yo tenía este conocimiento no podía compartirlo? Me puse a escribirlo, entré en contacto con Planeta y contacté a Patricia Bruce para redactarlo juntos. La idea era tener el contenido y su estructura. Creo que salió un libro bastante completo, que ofrece alternativas a todo el mundo.

Enseñas estos temas hace más de dos décadas. ¿Cómo era el Gianfranco Brero de hace 24 años? Era un actor dedicado principalmente a la actuación, con un ojo entrenado para ver, pero no con este conocimiento. Esto lo he ido adquiriendo desde que comencé a enseñar y pude ver las necesidades que tenía la gente para expresarse mejor.

Le has dictado talleres incluso a personas que venden nichos en cementerio. ¿Qué les aconsejas a ellos?
Trabajé con un grupo de supervisores de vendedores de tumbas. Yo no los entrenaba, pero sí les decía cómo manejar la audiencia. Creo que esto funciona para todo el mundo, desde un político, un gerente general o un animador de televisión y hasta vendedores de lo que sea.

¿Has llevado algún tipo de capacitación para enseñar esto?
No, es básicamente experiencia. Todas las respuestas que tú encuentras en este libro están basadas principalmente en mucha observación. Observar cómo la gente se comunica y tratar de descubrir cuáles son las señales que hace a esa comunicación algo eficiente.

¿El objetivo claro es la mitad del camino que se piensa recorrer?
Tener el objetivo claro es lo que tienes que hacer en cualquier comunicación. Si tú no sabes qué quieres, ¿cómo lo vas a obtener? Todo proceso de comunicación es un proceso de negociación. No hay comunicación gratuita. Cuando tú te quieres comunicar lo haces porque quieres algo y nunca por las puras. En cualquier hecho, hasta el más intrascendente, tú quieres algo de alguien. Cuando saludas a una persona, buscas mantener una buena relación con ella, eso ya es un objetivo. Llegas a tu trabajo y saludas al señor de la puerta. ¿Solo haces eso por educación? No. Esto contribuye a tu ser social.

Hablas en tu libro también del status. ¿Cuál es la relación que debe tener un presentador con el público que le escucha?
Lo importante es que tú debes de saber que quien la lleva eres tú y no la audiencia. Por lo general, se le ha dado un peso tremendo a la audiencia, como si ellos tuvieran que decirte si está bien o está mal. Si tú llevas una propuesta, entonces el que sabe eres tú. El nivel que tú tienes con relación a la audiencia en ese caso es superior. No siempre se piensa así. Cuando vas a dar un examen, sientes que el profesor sabe más. Cuando te presentes ante tu jefe, llévale la propuesta y dile: “Vamos a hacer esto, esto y esto”. Todo de forma muy concreta.

¿Es necesario interactuar con el público en una presentación?
Interactuar no quiere decir necesariamente que les estés preguntando algo en busca de respuestas. Pero sí, interactuar es constante. Si tú no interactúas con tu audiencia, entonces perdiste. Tu audiencia está viva y – aún cuando no diga palabras – se está comunicando contigo.

¿Un buen presentador nace o se hace?
Necesitas mucho recorrido. Obviamente, hay gente con capacidades tremendas de expresión porque a lo mejor en su formación él tuvo que entrenarse más en cumplir objetivos. Yo creo que todo lo que hagas puede ser entrenado, no necesariamente para que seas un genio, pero sí todo puede ser entrenado.

Has sido partícipe del cambio a las nuevas tecnologías., ¿cuándo el Power Point supera al presentador?
Se ha tergiversado el uso de esta herramienta. Es útil, claro que sí, pero como dice el libro, Francisco Pizarro convenció a los 13 del Gallo sin usar Power Point. El poder está en otro lado, en la convicción con la que trabajas, en tener objetivos claros para convencer a tu audiencia y llevarla hacia donde quieras. Tú podrías usar otra herramienta, no sé, poner strippers para convencer a tu audiencia. El PPT es importante, pero se lo ha privilegiado pensando que es toda la presentación. Eso es falso.

¿Encuentras buena capacidad oratoria en los políticos peruanos?
En algunos sí, realmente muy buena. Hay tipos capaces de convencerte y llevar tus pensamientos hasta donde ellos quieren. Tenemos algunos ejemplos notables. Pero, por lo general – como los discursos son ambiguos – tú sientes el problema. Muchas personas que no son políticas de carrera, sino empresarios, deben enfrentarse a los medios de comunicación, donde las preguntas son insistentes y agresivas y ellos no saben cómo manejarse. Hay mucha gente que ha dicho barbaridades. Creo que una de las reglas básicas ahí es: ¿Crees en lo que estás diciendo? Si lo crees, entonces tienes grandes posibilidades de llegar a tu objetivo.

Cuando te contratan, ¿te informas de a qué público le hablarás?
En general les pregunto a quién le quieren hablar. ¿A los obreros de la empresa? Uno debe corregir su discurso teniendo en cuenta el público al que se dirige. Lo que quieres es que esas personas a las que hablas hagan algo que tú quieres.

¿Cuánto aporta el humor en una presentación?
Distiende, quita la rigidez y el lado duro. No quiero decir tampoco que esto sea poco serio, pero sí creo que con un poco de humor, con una sonrisa, puedes sacar al público del encasillamiento. Después lo puedes volver a meter y lo llevas donde quieres.

¿Sigues disfrutando lo que haces?
Me encanta. Cuando siento que de los grupos que trabajo tan solo una persona dio un salto cualitativo, yo regreso contento y si es más de uno, pues comienzo a dar botes. Hay un montón de gente que, además, está muy agradecida. Es como que les enseñaste un pequeño secreto que en realidad no es tan secreto. Esto que yo enseño todo el mundo lo sabe, pero no lo tienen diferenciado como yo lo enseño.