(Foto: Facebook Johnny Winter)

(Foto: Facebook Johnny Winter)

Síguenos en Facebook



Johnny Winter, considerado uno de los más grandes íconos del blues, murió hoy a los 70 años en un hotel suizo por causas que todavía se desconocen.

La leyenda de Woodstock, cuyo cuerpo lleno de tatuajes impuso y marcó un estilo en su generación, habría fallecido por una sobredosis de medicinas, según las primeras investigaciones.

Nacido el 23 de febrero de 1944, John Dawson Winter III, su nombre verdadero, creció en una familia llena de músicos. A los cinco años ya tocaba el clarinete y al poco tiempo se inició en el dominio de la guitarra.

A los 15 años grabó su primer disco titulado School Day Blues, junto Edgar, su hermano menor. La música de Winter, en la que predomina la guitarra, el bajo, la batería y el canto, halla sus raíces en el delta del Mississipi y el blues de Chicago.

Sus principales maestros fueron Johnny Lee Hooker, Elmore James y Muddy Waters, con quien estableció fuertes lazos de amistad. Su carrera se elevó notablemente a fines de la década de los 60, época en la que realizó varias giras por Estados Unidos tocando en el festival de Woodstock.

En 1973, tras superar sus problemas con las drogas, Winter lanzó el álbum Still alive and well (Sigo vivo y bien). A inicios de año, en una entrevista para el New York Times, Winter dijo que le gusta trabajar con músicos más jóvenes que él.

“Pienso mucho en el legado, espero que al final me recuerden como un buen hombre de blues. Eso es todo lo que quiero”, dijo aquella vez.

Aquí parte de su legado: