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Por José Miguel Silva Merino / @jomisilvamerino

Casi 100 hojas fueron suficientes para que Jorge Lossio, historiador y doctor por la Universidad de Manchester (Inglaterra), pueda detallar y explicar varias de las casi siempre erróneas percepciones que tenemos sobre los efectos de la altura en las personas.

En un país donde gran parte de la población vive por encima de los 2.000 metros sobre el nivel del mar, un texto como El peruano y su entorno: aclimatándose a las alturas andinas (Instituto de Estudios Peruanos, 2013) es una gran herramienta para entender cómo evolucionó el Perú y el mundo la comprensión de este fenómeno.

Conversamos con el autor del texto, que fue presentado la semana pasada en la librería El Virrey y que ya está a la venta en las principales librerías de la capital.

¿Cómo se generó y cuánto tiempo te tomó esta investigación?
Duró más o menos tres años. Empezó cuando estaba haciendo el doctorado en la Universidad de Manchester. Mi interés era seguir un poco lo trabajado por Marcos Cueto. Él ha puesto un poco en agenda el tema de historia de la ciencia, de la investigación científica. ¿Por qué en algún momento se apoyó eso en un país que tradicionalmente no lo hace? Lo otro que ha puesto en agenda Cueto es que a través de la salud o los debates médicos entras también a historia social, a todo lo que son prejuicios, estereotipos, problemas sociales y económicos.

¿Por qué el interés de otros países por investigar el clima y los efectos de este en las personas que viven en los andes?, ¿fue solo por la presencia de compañías mineras en Perú?
Hubo varias razones, muchas variaban con el tiempo. A fines del siglo XIX (que fue el siglo de imperialismo, donde los ingleses, alemanes y franceses salieron a conquistar el resto del mundo), la principal preocupación de los médicos iba en torno a que el clima era un elemento muy poderoso. Ellos se preguntaban qué pasa si los alemanes o los ingleses van a vivir al Perú, a su Amazonía o a los andes. Muchos médicos pensaban que a la segunda o tercera generación estos iban a mostrarse algo más debilitados mentalmente, fisiológicamente más débiles o con patologías. A inicios del siglo XX aún se pensaba en términos de raza, aún era algo científicamente aceptado. Además, en términos de razas superiores y razas inferiores. Según su concepción darwinista social, se creían que las europeas eran superiores y que las americanas, africanas y asiáticas eran inferiores. Había el temor de que esa fortaleza de esas razas europeas se podía perder si se migraba a climas más hostiles. En el caso del ande era la altura y la radiación solar; y en el caso del Amazonía, el calor extremo y la humedad.

Aunque también hubo otros intereses.
Claro, por ejemplo cuando se usaron armas químicas en la Primera Guerra Mundial hubo el interés de fisiólogos de Cambridge de entender cómo se puede adaptar el organismo humano a ambientes con menos oxígeno. Cuando se dio el desarrollo de la aviación, debido a que no había cabinas presurizadas, la idea era entender al poblador andino para ver cómo vive y cómo lidia con menos oxígeno ambiental. Más adelante, con la gran inversión minera norteamericana en Cerro de Pasco, hubo interés por sus trabajadores, por sus ingenieros y gerentes.

Llama la atención ese dato. La Cerro de Pasco Corporation apoyó la investigación sobre los efectos de la altura en el hombre. Algunos podrían pensar que, por entonces, hablábamos de una minería muy irresponsable.
Efectivamente, la compañía apoyó mucho la investigación, prestó sus laboratorios y sus hospitales. Muchos de los médicos que querían ser científicos pasaron por las instalaciones de Morococha, de la Cerro de Pasco Corporation porque tenías tu sujeto de estudio, tenías herramientas. ¿Por qué la empresa apoyó esto? En parte, por intereses propios y privados, y también porque había una vocación de apoyar lo que era la investigación científica, pues la consideraban útil y tenía una relevancia global. Hay pocos lugares en el mundo donde tienes tanta población concentrada viviendo a miles de metros sobre el nivel del mar.

Y desarrollándose normalmente.
Exactamente. Es algo muy difícil de encontrar. Ahora mismo, la ciudad más alta del mundo está en Puno. Rinconada es una ciudad a más de 5.000 metros sobre el nivel del mar. El Perú es uno de los países con mayor población viviendo a tantos miles de metros sobre el nivel del mar.

Luego de la derrota ocurrida en la Guerra del Pacífico se pensó que trayendo europeos se iba a mejorar la raza y, por ende, el destino del país. Se trabajó en ese sentido.
En un contexto en el que se pensaba mucho en términos de raza, una acusación que hacen mucho de los pensadores es la siguiente: “La mayoría de la población peruana es una raza inferior, analfabeta, quechuahablante. ¿Cuál es la forma más rápida de elevar o alcanzar la modernidad? Traigamos a la raza superior (alemanes, franceses, austriacos) y repoblemos el Perú.

¿Por qué finalmente estos no llegaron masivamente?
En gran parte porque todavía no existía el canal de Panamá. Era mucho más difícil llegar al Perú que llegar a Brasil, Uruguay o Argentina. Lo cierto también es que cuando llegaron a nuestro país no se les dio lo prometido. Mira, los colonos que llegaron al Pozuzo fueron abandonados a su suerte a pesar de que se les ofreció pasajes, tierras y semillas. Esas son algunas de las razones principales. Les fue más fácil llegar a los otros países que te mencioné. Desde el Perú hubo esa idea de repoblar con quienes se suponía venían con ese espíritu capitalista, industrial, que iban a hacer progresar el país. ¿Por qué? Una crítica que se le hacía a la población andina era que era supuestamente una población muy aletargada, apática, que quería vivir de la autosubsistencia y que no quería integrarse a la economía de mercado.

Hablamos ya sobre cómo los extranjeros veían los andes, el interior del Perú. ¿Cómo veían los limeños estas mismas zonas?
Existía mucho movimiento Lima-andes, sobre todo en gente que hacía empresa, sobre todo en los hacendados había un conocimiento, pero era una época en la cual no se viajaba tanto. Incluso en el mundo científico había esa mirada exótica hacia lo andino, sobre todo hacia las grandes alturas andinas. En dichas localidades no hubo una gran población hasta la llegada de la gran minería. A partir de esta industria es que se empiezan a generar estos distritos permanentes,esta migración más fuerte. Empiezan a llegar médicos norteamericanos y eso genera un interés entre los científicos peruanos de entender qué estaba pasando. Ellos ven al tema como algo que genera interés global y que tiene al Perú como uno de los pocos lugares donde se puede desarrollar. Entonces, desde la perspectiva de un médico limeño que quiere hacer ciencia, había una gran oportunidad para trabajar.

Se dieron muy buenos debates entre médicos extranjeros y peruanos.
Efectivamente, como dice Marcos Cueto, hablamos de uno de los pocos contextos en que los médicos peruanos están produciendo artículos que están editándose en Londres, en Estados Unidos, en Francia, etc. Porque era un tema que les interesaba mucho afuera. Los médicos peruanos tenían la facilidad de que podían ir y venir de los lugares de estudio. No era lo mismo que mandar una expedición desde Europa. Además, había un tema de nacionalismo. Los médicos sentían casi un deber patriótico por investigar esto. ¿Por qué? Porque son poblaciones andinas.

Y les fue muy bien. Lograron cuestionar grandes teorías de investigadores de renombre.
Sí. Carlos Monge Medrano decía que era la primera vez en la que, a nivel de ciencia, los peruanos no eran los que escuchaban, sino los que estaban haciéndose escuchar. Esto es algo que en pocos momentos se ha logrado.

Por ratos, tu libro parece un homenaje a Carlos Monge Medrano.
Sí, él es un pionero. Dedicó su vida a la investigación científica de altura. Tiene también un discurso político de reivindicación indigenista. Además, escribió muchísimo, viajó mucho fuera del país. Es un personaje muy valioso y su hijo (Carlos Monge Casinelli) es otro científico que ha hecho mucho por entender los problemas de salud asociados a la altura. Y el otro gran personaje es Alberto Hurtado. Estos son los tres grandes personajes pioneros de lo que es la ciencia de altura.

En una parte hablas también de la percepción en torno a que los grandes proyectos nacionales no funcionaron en los andes. Por la altura, o por otras razones, la pobreza es más evidente en esa zona del país.
Hay una visión determinista climática que indica que en zonas tan hostiles es imposible algún tipo de progreso o desarrollo sostenible. Valgan verdades, a ciertas alturas lo único que a veces puede ser atractivo es la minería, con todo lo que eso implica. Aún se atribuye la pobreza o la incapacidad de salir de ella a los efectos del clima. Son esas ideas que si bien científicamente pasan de moda, a nivel no científico, siguen usándose para explicar los distintos desarrollos. ¿Por qué hay más desarrollo en la costa que en las alturas? En parte, porque es un clima menos hostil para el cuerpo humano. Esa idea se ha perpetuado.

¿Qué sensación te genera escuchar a algunos políticos de la actualidad decir que el poco oxígeno en las alturas minimiza el pensamiento de algunas personas, o que en los andes hay un pensamiento trágico y pesimista?
Es la perpetuación de ideas antiguas que atribuyen al clima realidades económicas o sociales. Creer que en ciertos climas es imposible el desarrollo social por la misma realidad geográfica. Es una explicación que en nuestro país se ha dado por siglos. Igual pasaba con la Amazonía. Se decía ¿por qué no hay civilización en la Amazonía? Porque no necesitan desarrollar ciencia ni trabajar mucho porque tienen la comida a la mano. Si tienen hambre, están los pescados. También tienen madera a la mano, etc.

Finalmente, el tema deportivo. Por un lado, algunos equipos de fútbol sufren y se niegan a jugar en la altura. Por otro, los equipos que pertenecen a regiones de altura intentan jugar cada vez más arriba del nivel del mar. Esta condición geográfica es un arma fundamental para “sacar ventaja”.
Cuando México hizo las Olimpíadas hubo mucha oposición del Comité Olímpico de Londres para la realización de los juegos en la Ciudad de México porque lo consideraban injusto para los atletas europeos. Incluso, mostraron exámenes, estudios, etc. En el fútbol, siempre los argentinos y brasileños se quejan de jugar en altura, pero los bolivianos podrían decir lo mismo de jugar en ambientes de mucho sol como Río de Janeiro o Barranquilla. Los temas deporte-altura o fútbol–altura no han sido muy investigados y son realmente interesantes, aún tienen vigencia.