(Foto: Cortesía Paul Walker/Facebook)

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Un derrame de líquido de dirección habría sido la falla mecánica del auto que conducía el actor Paul Walker durante el accidente que le costó la vida, de acuerdo a fuentes cercanas a la tienda donde se almacenaba y recibía mantenimiento el vehículo, informó el portal estadounidense TMZ.

Allegados a la tienda Always Evolving –del actor de Rápidos y furiosos y del empresario Roger Rodas– dijeron a la referida web de noticias que encontraron “evidencias” de rastros de fluido antes de las marcas que dejaron las llantas en la escena del trágico accidente.

Llamó la atención de las fuentes la ausencia de marcas de neumáticos hasta poco antes de la zona del impacto. Ellos añadieron que si Rodas hubiera perdido el control del auto, se hubieran notado en la pista marcas de neumáticos. No obstante, los rastros en la vía están en línea recta. Ello –a su juicio– confirma que él no tenía control.

Otro hecho sospechoso es la forma tan veloz en que empezó a quemarse la zona frontal del automóvil. Ellos aseguran que las llamas debían haberse iniciado detrás del motor, pero estas aparecieron primero en la zona delantera, lo que refuerza su teoría de que se derramó algún tipo líquido.

El lujoso auto Porsche Carrera GT –cuyo valor asciende a US$500.000– no fue modificado y era conducido rara vez, por lo que creen que se trató de un defecto de fabricación. “Roger era un piloto de clase mundial, es absurdo creer que perdió el control”, destacó otra fuente.