(Foto: Wikimedia)

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Los dispositivos de navegación basados en un sistema de posicionamiento global (GPS por su nombre en inglés) funcionan de forma tan sencilla como genial: los aparatos comparan las señales de al menos tres satélites distintos y según el tiempo que cada señal necesita para ser captada, los receptores -–sean éstos un dispositivo de navegación, un smartphone o un reloj-– reconocen en qué lugar exacto nos encontramos. Si la señal de uno de los satélites se demora en ser recibida, eso significa que nos alejamos del satélite. Si la recibimos más rápido que las otras señales, nos estamos acercando a él.

Las termitas también se protegen identificando el tiempo en que cierto tipo de señales, en este caso las vibraciones del suelo, se demoran en ser recibidas. Así lo acaban de comprobar investigadores de la Universidad Ruhr de Bochum.

El profesor de etología Wolfgang Kirchner y su colaborador Felix Hager han constatado que los miembros de la familia de termitas “Macrotermes natalensis” registran a través de sensores altamente sensibles en sus patas la dirección de la que provienen las vibraciones subterráneas. Los científicos han escrito sobre sus investigaciones en el “Journal of Experimental Biology”. Esta especie de termitas vive principalmente en Sudáfrica.

Si no lo tenemos en el oído, lo tenemos en las patas

“También los seres humanos pueden captar la demora mínima con que las señales alcanzan el oído, y sacar conclusiones a partir de la diferencia de tiempos”, dice Kirchner.

En el caso de las termitas, esta diferencia asciende nada más que a una diezmilésima de segundo. De este modo, las termitas se protegen de posibles peligros. Los soldados se mueven hacia la fuente del peligro, los peones huyen en la dirección contraria.

En sus pruebas, los investigadores hicieron que termitas soldado cruzaran una abertura de un milímetro de ancho entre dos superficies. La hilera izquierda de patas se encontraba sobre un lado de la plataforma, la hilera derecha sobre el otro. Un altavoz emitía vibraciones a través de las superficies, con una diferencia de una diezmilésima de segundo entre una emisión y la otra. Resultado: las termitas soldado se dirigían sin vacilar hacia la plataforma que había vibrado primero.

En el año 2013, ambos investigadores ya habían reportado sobre las técnicas de comunicación de las termitas. Los insectos construyen corredores de varios metros de largo, los cuales conectan sus nidos con centros de alimentos cercanos. Si ocurre algo sospechoso en los túneles, las termitas soldado alertan a sus congéneres golpeando el suelo con sus cabezas. Ahora los científicos han descifrado el misterio sobre la forma en que los insectos identifican la dirección correcta para huir.

(Fuente: Deutsche Welle )