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La crisis política en Egipto se agudiza. Luego del ‘viernes de la ira’, donde la cifra de muertos se incrementó en 100, según cifras extraoficiales, la comunidad islamista promete seguir con su lucha al advertir que ha empezado la “semana de la ira”, pese a que el Ejército los ha masacrado en apenas dos días. El jueves fue la jornada más violenta con una cifra fatal de 600 muertos.
Gehad el Haddad, portavoz de los Hermanos Musulmanes, partido de los simpatizantes del depuesto Mohamed Mursi, lanzó el siguiente aviso:
“Ha empezado la “semana de la ira” para hacer caer el golpe y habrá manifestaciones pacíficas diarias en todas las provincias de Egipto desde los mismos puntos de reunión”.
Esta agrupación, a la que perteneció Mursi antes de que accediera a la jefatura del Estado, organizó el viernes las protestas en rechazo a la operación policial que desmanteló sus campamentos el pasado miércoles en El Cairo.
Después de esa jornada, el Ministerio del Interior autorizó a las fuerzas de seguridad el uso de armas letales en las protestas.
