(Foto: Presidencia Perú/Flickr)

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La crisis en el gabinete ministerial por el aumento del sueldo mínimo se vio acrecentada luego de que el ministro de Economía, Luis Miguel Castilla, indicara el domingo de que no conversó con el primer ministro, César Villanueva, sobre un posible incremento.

El problema comenzó luego de que la primera dama Nadine Heredia contradijera a Villanueva al asegurar de que un incremento de la remuneración mínima vital no estaba en discusión, causando críticas por parte de la oposición que la consideraron una intromisión.

De nada sirvió que la esposa del presidente Ollanta Humala asegurara luego de que tenía muy buena relación con el jefe del gabinete, o que Villanueva indicara que no le incomodaba de que Heredia “diera su opinión”.

Poco después de la entrevista a Castilla en América Televisión políticos de varias bancadas opositoras reiteraron su pedido de que Villanueva deje su cargo “por dignidad”.

El congresista del PPC Juan Carlos Eguren fue uno de los más enfáticos en esta exigencia:


Mientras tanto, el congresista aprista y ex primer ministro Javier Velásquez Quesquén calificó de “patética” la sumisión de Villanueva a Nadine Heredia.


El expresidente Alan García también opinó sobre este hecho,* que consideró insólito.*


De similar opinión fue la del dirigente de Perú Posible Juan Sheput, quien consideró que Villanueva “ha sido descalificado como vocero del Gobierno” y que su renuncia “debe ser irrevocable”. Opinó que si la situación continúa así está asegurada una crisis en el gabinete ministerial.




El fujimorista Pedro Spadaro también apeló a la dignidad de Villanueva para pedir su renuncia.