La sangre joven tiene niveles más altos de GDF11, la llamada 'proteína de la juventud'. (Foto: becstarr/Flickr)

La sangre joven tiene niveles más altos de GDF11, la llamada 'proteína de la juventud'. (Foto: becstarr/Flickr)

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Una transfusión de sangre joven puede detener o incluso revertir el proceso de envejecimiento, ya que su composición química tiene beneficios sorprendentes para la salud, revelan dos estudios.

Puede parecer un material de las novelas de terror gótico, pero las transfusiones de sangre joven podrían revertir el proceso de envejecimiento y curar varias enfermedades, incluso la de Alzheimer. Esta conclusión es resultado de una investigación paralela entre científicos de la Universidad de Harvard y Stanford, informó The Telegraph.

Los científicos de Harvard revelaron que la sangre joven ‘recarga’ el cerebro, forma nuevos vasos sanguíneos y mejora la memoria y el aprendizaje gracias a los altos niveles de la llamada ‘proteína de la juventud’, como se conoce al GDF11, que circula en la sangre y es responsable de mantener el cerebro y los músculos jóvenes y fuertes, pero se apaga paulatinamente a medida que una persona envejece.

Aunque los investigadores experimentaron con ratones, ellos tienen la esperanza de comenzar los ensayos en humanos en los próximos dos o tres años, ya que estos estudios pueden producir rápidas mejoras para la longevidad y la salud humana.

Así, el año pasado, el equipo descubrió que la proteína podría reparar corazones dañados. Ahora, el nuevo estudio demostró que el aumento de los niveles de GDF11 en los ratones más viejos mejora la función de todos los órganos del cuerpo.

Los científicos de la Universidad de Stanford también creen que la sangre joven puede revertir los signos de envejecimiento. En el marco de sus ensayos, la sangre de los ratones de tres meses de edad, se inyectó repetidamente a los animales de 18 meses (cerca del final de su ciclo de vida natural).

Esta ‘terapia de vampiros’ mejoró el desempeño de los ratones de edad avanzada en las tareas de memoria y aprendizaje. También se observaron cambios estructurales, moleculares y funcionales en el cerebro, según el estudio.

Fuente: RT en español